Un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois (EEUU) ha conseguido crear un tipo de plástico que es capaz de regenerarse por sí mismo.
Lo innovador de esta técnica reside en que el material puede reparar no sólo pequeñas grietas visibles solo con microscopio, donde se había llegado hasta ahora, sino grandes agujeros sin importar su tamaño.
Las pruebas han sido realizadas con termoplásticos y termoestables.
El trabajo, publicado en la revista Science, explica que el funcionamiento de este sistema es muy parecido al que utilizan los organismos vivos que reparan su cuerpo como la lagartija, la estrella de mar o el pez cebra.
Gracias a este avance, los investigadores creen que sus aplicaciones comerciales son muy viables, sobre todo para la automoción (imaginemos una abolladura en una puerta que se repara por sí misma) o para las naves espaciales (que requieren elementos o piezas difíciles de reemplazar en caso de rotura).
El trabajo, publicado en la revista Science, explica que el funcionamiento de este sistema es muy parecido al que utilizan los organismos vivos que reparan su cuerpo como la lagartija, la estrella de mar o el pez cebra.
De hecho, el sistema ideado por los científicos ha estado inspirado en los sistemas circulatorios biológicos, circunstancia que permite restaurar completamente las zonas dañadas gracias a los productos químicos existentes en los capilares paralelos.
Estos se extienden por la zona dañada y la regeneran. Más tarde, se endurece en un polímero fuerte, restaurando la resistencia mecánica del plástico
Gracias a este avance, los investigadores creen que sus aplicaciones comerciales son muy viables, sobre todo para la automoción (imaginemos una abolladura en una puerta que se repara por sí misma) o para las naves espaciales (que requieren elementos o piezas difíciles de reemplazar en caso de rotura).
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